Kalanchoe pumila

Una de las razones por la que somos apasionados de las suculentas es porque es un mundo tan extenso, no terminamos de conocer a todas las plantitas que lo componen y nunca dejan de sorprendernos.

En un artículo anterior habíamos escrito acerca de una de las tantas suculentas que tiene textura “aterciopelada”, pues bien, hoy te vamos a contar acerca de una que su apariencia te enamorará ya que parece tener una capa de escarcha, así es y esta belleza la podemos encontrar con el nombre de Kalanchoe pumila.

Esta suculenta resalta mucho de sus compañeras ya que tiene un color diferente en sus hojas y tallos, no es la típica plantita de color verde, este color le aporta mucha elegancia y a veces hasta parece más una planta hecha de foami debido a su textura.

La Kalanchoe pumila por su fácil mantenimiento es una suculenta que recomendamos para principiantes o inexpertos en el cuidado de las suculentas, así que, si quieres iniciar a alguien en este apasionante hobby regalarle esta plantita es una excelente opción.

Y si la acabas de adquirir y quieres saber qué necesitas para que se ponga muy grande y bonita sigue leyendo que aquí te compartimos todo lo que necesitas para lograrlo.

Características de la Kalanchoe pumila

La Kalanchoe pumila es una suculenta que es originaria de África, específicamente de Madagascar, pertenece a la familia de las Crassulaceae.

Es considerada como una plantita arbustiva, la altura máxima que alcanza es de 30cms., sus hojas son redondeadas dentadas y están cubiertas de una capa de pelitos cerosos que le dan una apariencia “escarchada”.

Su color es gris o verde grisáceo y es una planta muy tupida, así que puedes colocarla en una maceta cuadrada extendida que va a llenar muy bien o hay a quien le gusta colocarla en macetas en lo alto ya que también puede adquirir porte de planta colgante.

Por cierto, antes de comenzar a hablar de sus cuidados te comentamos que esta plantita tiene pruina, así que hay que evitar tocar sus hojas para que se mantenga intacta su belleza y no se nos queme con el sol.

Cuidados de la Kalanchoe pumila.

Luz:

La Kalanchoe pumila es una suculenta que tolera bien la exposición solar directa solo de las mañanas, si la dejamos a que le dé el sol de todo el día provocaremos que sus hojas sufran de quemaduras.

También podemos colocarla a semisombra o en un lugar en donde reciba muy buena iluminación.

Agua:

El riego que le daremos es el estándar, hay que regarla cuando el sustrato esté seco y que sea un riego profundo, es decir, hasta que veamos que el agua sale por los orificios de drenaje de su maceta.

Dependiendo del clima que haya en el lugar en donde vivas, con regarla una vez a la semana será más que suficiente, una señal de que posiblemente nos esté faltando regarla con mayor frecuencia es que sus hojas se vean caídas.

Si ves este comportamiento te recomiendo que revises su sustrato y si este ya está seco entonces hay que ponerle agua y ajustar la frecuencia de los riegos.

Una vez que llegue la estación de otoño hay que reducir los riegos poco a poco y en invierno hay que evitar regarla, ya que en ese periodo de tiempo es más vulnerable a la pudrición pues se encuentra en su periodo de reposo.

Temperatura:

A la Kalanchoe pumila le beneficia las temperaturas cálidas, su temporada de crecimiento es en verano.

Solo hay que cuidarla mucho de los fríos y sobre todo de las heladas, ya que no las soporta, así que si en la zona en la que vives la temperatura llega a bajar más de 10°C es mejor resguardarla para evitar perderla.

Sustrato:

Uno de los secretos para tener nuestras Kalanchoes pumila contentas y bonitas es que el sustrato que les coloquemos drene perfectamente y no conserve por mucho tiempo la humedad, recuerda siempre que al armar sustratos consideres las condiciones del clima y el lugar donde vas a tener a tus plantitas, nosotros hemos usado una mezcla 50% mineral y 50% orgánico y nos ha funcionado bien para esta suculenta.

Fertilización:

Realmente nuestras Kalanchoes no necesitan de fertilización, sin embargo, si queremos agregarle un poco de nutrientes extra a su sustrato te recomiendo que lo hagas de manera orgánica.

Puedes colocarle cascarones de huevo molido en su sustrato y también la puedes regar con agua de arroz, té de manzanilla (sin azúcar) o té de cascara de plátano una o dos veces al mes.

Recuerda que en invierno suspendemos cualquier tipo de fertilización o abono, pues es el periodo de reposo de nuestras Kalanchoes.

Propagación:

Estas plantitas podemos reproducirlas fácilmente a través de dos métodos que son por hoja o por esqueje, la verdad te recomiendo que la propagación, en específico de esta suculenta, la hagas por esqueje, ya que es mucho más sencillo y no es difícil que peguen, de esta manera en poco tiempo vas a tener muchos Kalanchoes en tu jardín.

Floración:

Esta suculenta tiene una floración muy bonita, estas flores surgen en umbelas y son de color lila o rosadas, su periodo de floración comienza a finales de invierno y puede durar hasta inicios de otoño.

Recuerda que para favorecer su floración la coloques en lugares en donde reciba muy buena iluminación y calorcito.

Problemas frecuentes en la Kalanchoe pumila.

Como te comentamos al inicio de este artículo, la Kalanchoe pumila es una planta de fácil mantenimiento, así que no vas a tener mayor problema de plagas con ella ya que son muy resistentes, solo procura cuidar estos aspectos para que tu plantita se mantenga sana:

• Una maceta con drenaje adecuado.
• Evitar regarla en exceso.
• No exponerla a bajas temperaturas.

En el caso de que nuestra planta se debilite por falta de cuidado en alguno de los puntos anteriores, puede ser atacada por cochinilla algodonosa u hongos y tendrás que tratarla ya sea con un insecticida o algún fungicida dependiendo el caso.

Pero si tu controlas los puntos que te mencionamos difícilmente vas a batallar con este tipo de problemas en tu plantita.

Espero que este artículo te haya sido de utilidad y agregues a la Kalanchoe pumila a tu familia de plantitas.